top of page

7mo domingo del dolor y gozo de San José

En este séptimo domingo de oración y meditación del dolor y gozo de San José pidamos fortaleza para que nuestra oración sea constante.


7mo domingo del dolor y gozo de San José

El dolor: cuando sin culpa pierde a Jesús, y lo busca con angustia por tres días.

El gozo: al encontrarlo en medio de los doctores en el Templo.


V. Dios mío, ven en mi auxilio

R. Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.


Oraciones preparatorias


Pedimos a nuestro Señor Jesucristo que purifique nuestra alma y nuestro corazón para iniciar con un espíritu renovado este momento de oración, rezamos el acto de contrición.


Acto de contrición. ¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser quién eres, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberte ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas del infierno. Ayudado de tu divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.


Ofrecemos este momento de oración a San José por nuestras intenciones. Hoy ofrezcamos aquella enfermedad que nos martiriza, aquellos problemas familiares que nos angustian, o los problemas que podamos tener en nuestro trabajo.


Ofrecimiento. Glorioso Patriarca San José, eficaz consuelo de los afligidos y seguro refugio de los moribundos; dígnate aceptar el obsequio de esta oración que voy a iniciar en memoria de tus siete dolores y gozos. Y así como en tu feliz muerte, Jesucristo y su madre María te asistieron y consolaron tan amorosamente, así también Tú, asísteme en aquel trance, para que, no faltando yo a la fe, a la esperanza y a la caridad, me haga digno, por los méritos de la sangre de Nuestro Señor Jesucristo y tu patrocinio, de la consecución de la vida eterna, y por tanto de tu compañía en el Cielo, Amén.


Rezamos un Padre Nuestro y tres Ave María y Gloria.


Oraciones y lectura del séptimo domingo


Hoy séptimo domingo dedicado a San José meditaremos el séptimo y último dolor y gozo.


Séptimo dolor y gozo

El dolor: cuando sin culpa pierde a Jesús, y lo busca con angustia por tres días.

El gozo: al encontrarlo en medio de los doctores en el Templo.


Lectura bíblica

Escuchamos con atención la lectura del evangelio de San Lucas para el día de hoy.


Lectura del Santo evangelio según San Lucas 2,44-46.48-50

Sus padres se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo. Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados». Él les contestó: «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?». Pero ellos no comprendieron lo que les dijo. Él bajo con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos. Palabra del Señor, Gloria a ti, Señor Jesús. Palabra del Señor, Gloria a ti, Señor Jesús.


Meditación y reflexión.

Escuchemos con atención la meditación para el día de hoy.

Querida comunidad, hoy llegamos al séptimo y último domingo de los dolores y gozos de San José. La meditación para el día de hoy nos lleva al momento donde José y María pierden al niño Jesús. Esta perdida, según nos cuenta el evangelio de San Lucas, se da al finalizar el cumplimiento de la Torá, la cual decía que todo israelita debía presentarse en el templo para las tres fiestas: Pascua, la fiesta de las Semanas y la fiesta de las tiendas. Que la familia de Nazareth participará en dicha fiesta religiosa demuestra su alto espíritu religioso y devoto. En el camino de regreso no encuentran al niño de doce años. Los corazones de José y María se llenan de angustia y desesperación siendo este el dolor que hoy meditamos cuando sin culpa pierde a Jesús, y lo busca con angustia por tres días. La desesperación a cada hora aumenta y solo queda buscar al niño. José y María a prisa retornan al templo y encuentran sorprendentemente al niño en medio de los maestros de la Ley respondiendo las preguntas que le hacían. La alegría y el gozo de San José por encontrar al niño es inmensa.


La reflexión es muy evidente y clara, quien se aleja de Jesús o quien lo pierde no tiene tranquilidad ni paz. Miremos a José y a María, sin Jesús no tienen donde caminar, lo mismo nosotros, sin Jesús nuestra vida es incierta. Los pecados que cometemos nos alejan de la presencia de Cristo Jesús. ¡Pensemos antes de actuar o hablar! Esa mentira, ese chisme, esa cólera y odio te aleja de Jesús. Son siete domingos que hemos meditado y todos los domingos nos han dado una lección, Dios nunca nos abandona, a pesar de las dificultades que se presentan en el camino diario, Dios esta con nosotros. Si oramos, asistimos a la Santa Misa, hacemos obras de misericordia y de penitencia Dios nos proveerá con gracias y Bendiciones. Recuerden, Dios es un padre de amor y misericordia. «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?», hoy nosotros también podemos decir con humildad y de rodillas la misma frase de Jesús a todo los demás, no se cansen de buscarnos porque estamos en las cosas de nuestro Padre Dios, cumpliendo la misión que nos ha encomendado a cada uno de nosotros. No se cansen de buscarnos porque estamos orando y meditando.


Pidamos a San José que nos bendiga a cada uno de nosotros, nos llene de gracias y bendiciones.


Que así sea para la gloria y honra de Nuestro Señor. Amén.


Hacemos un momento de silencio y meditamos lo que acabamos de escuchar.

Nos ponemos de pie y rezamos un padre nuestro, 10 aves marías y una gloria.


Peticiones:

Elevamos nuestra plegaria a la intercesión de San José y le pedimos por cada una de nuestra intenciones y súplicas.

  • San José te pedimos por toda la iglesia, para que fiel al evangelio, camine hacia el encuentro con Cristo Jesús. Roguemos a San José, te lo pedimos San José.

  • San José te pedimos por aquellas personas que han perdido el rumbo, que no encuentran a Jesús, para que tú les des luz en su caminar y los conduzcas con Cristo. Roguemos a San José, te lo pedimos San José.

  • San José te pedimos por cada uno de nosotros, para que nos ilumines y guíes en el camino de la fe, esperanza y caridad. Roguemos a San José, te lo pedimos San José.

Rezamos las letanías a San José


Señor, ten misericordia de nosotros

Cristo, ten misericordia de nosotros.

Señor, ten misericordia de nosotros.


Cristo óyenos.

Cristo escúchanos.

Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.

Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.

Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.

Santa Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.


Santa María, ruega por nosotros.

San José, ruega por nosotros.

Ilustre descendiente de David, ruega por nosotros.

Luz de los Patriarcas, ruega por nosotros.

Esposo de la Madre de Dios, ruega por nosotros.

Casto guardián de la Virgen, ruega por nosotros.

Padre nutricio del Hijo de Dios, ruega por nosotros.

Celoso defensor de Cristo, ruega por nosotros.

Jefe de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.

José, justísimo, ruega por nosotros.

José, castísimo, ruega por nosotros.

José, prudentísimo, ruega por nosotros.

José, valentísimo, ruega por nosotros.

José, fidelísimo, ruega por nosotros.

Espejo de paciencia, ruega por nosotros.

Amante de la pobreza, ruega por nosotros.

Modelo de trabajadores, ruega por nosotros.

Gloria de la vida doméstica, ruega por nosotros.

Custodio de Vírgenes, ruega por nosotros.

Sostén de las familias, ruega por nosotros.

Consuelo de los desgraciados, ruega por nosotros.

Esperanza de los enfermos, ruega por nosotros.

Patrón de los moribundos, ruega por nosotros.

Terror de los demonios, ruega por nosotros.

Protector de la Santa Iglesia, ruega por nosotros.


Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: escúchanos, Señor,

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ten misericordia de nosotros.


V.- Le estableció señor de su casa.

R.- Y jefe de toda su hacienda.


Oraciones finales


Oración Final. Oh modelo de toda santidad, glorioso San José, que, habiendo perdido sin culpa al Niño Jesús, le buscaste durante tres días con profundo dolor, hasta que, lleno de gozo, le hallaste en el templo, en medio de los doctores.

Por este dolor y este gozo, te suplicamos con palabras salidas del corazón, intercedas en nuestro favor para que jamás nos suceda perder a Jesús por algún pecado grave. Mas, si por desgracia le perdiéramos, haz que le busquemos con tal dolor que no hallemos sosiego hasta encontrarle benigno sobre todo en nuestra muerte, a fin de ir a gozarle en el cielo y cantar eternamente con sus divinas misericordias. Amén.

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén.


Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía.

Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María, con vos descanse en paz el alma mía.


En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


コメント


bottom of page