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5to domingo del dolor y gozo de San José

En este quinto domingo de oración y meditación del dolor y gozo de San José pidamos fortaleza para que nuestra oración sea constante.


5to domingo del dolor y gozo de San José

El dolor: en su afán de educar y servir al Hijo del Altísimo, especialmente en el viaje a Egipto.

El gozo: al tener siempre con él a Dios mismo, y viendo la caída de los ídolos de Egipto.


V. Dios mío, ven en mi auxilio

R. Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.


Oraciones preparatorias


Pedimos a nuestro Señor Jesucristo que purifique nuestra alma y nuestro corazón para iniciar con un espíritu renovado este momento de oración, rezamos el acto de contrición.


Acto de contrición. ¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser quién eres, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberte ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas del infierno. Ayudado de tu divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.


Ofrecemos este momento de oración a San José por nuestras intenciones. Hoy ofrezcamos aquella enfermedad que nos martiriza, aquellos problemas familiares que nos angustian, o los problemas que podamos tener en nuestro trabajo.


Ofrecimiento. Glorioso Patriarca San José, eficaz consuelo de los afligidos y seguro refugio de los moribundos; dígnate aceptar el obsequio de esta oración que voy a iniciar en memoria de tus siete dolores y gozos. Y así como en tu feliz muerte, Jesucristo y su madre María te asistieron y consolaron tan amorosamente, así también Tú, asísteme en aquel trance, para que, no faltando yo a la fe, a la esperanza y a la caridad, me haga digno, por los méritos de la sangre de Nuestro Señor Jesucristo y tu patrocinio, de la consecución de la vida eterna, y por tanto de tu compañía en el Cielo, Amén.


Rezamos un Padre Nuestro y tres Ave María y Gloria.


Oraciones y lectura del quinto domingo


Hoy quinto domingo dedicado a San José meditaremos el quinto dolor y gozo.


Quinto dolor y gozo

El dolor: en su afán de educar y servir al Hijo del Altísimo, especialmente en el viaje a Egipto.

El gozo: al tener siempre con él a Dios mismo, y viendo la caída de los ídolos de Egipto.


Lectura bíblica

Escuchamos con atención la lectura del evangelio de San Mateo para el día de hoy.


Lectura del Santo evangelio según San Mateo 2,13

El ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y estate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo. Palabra del Señor, Gloria a ti, Señor Jesús.


Meditación y reflexión.

Escuchemos con atención la meditación para el día de hoy.

Querida comunidad, hoy nos volvemos a reunir en este quinto domingo de oración. En este día la lectura nos relata un suceso de gran importancia tanto histórica y espiritual para la humanidad. La lectura nos cuenta el gran primer peligro que rodeaba a José, a María y al niño Jesús. Un peligro de muerte. Recordemos la historia donde los reyes magos antes de encontrar al niño Jesús se dirigen al templo de Herodes, el cual se enfureció al conocer que iba a nacer un niño con gran poder y gloria. Esta cólera lo llevó a tomar la triste decisión de matar a todos los niños recién nacidos. Ante esta situación Dios envía a su ángel mensajero para que en sueños le de la indicación a José para que huya con el niño y María a Egipto. Es en este momento donde se da el dolor que hoy meditamos, El dolor de José en su afán de educar y servir al Hijo del Altísimo, especialmente en el viaje a Egipto. Imaginemos ese momento, José en apuros huyendo a paso ligero con María y el niño en brazos. ¡Qué momento más desgarrador! Pero Dios no abandona, a pesar de las dificultades, a pesar de las carencias y peligros, Dios esta con José guiándolo entre los caminos de dificultad. ¡Que grande es el Altísimo que socorre a todos sus hijos!


Hoy recordamos a todos aquellos que están en lugares de peligro, aquellos que viven en guerras y conflictos, hoy ellos son el rostro de José, ellos viven el dolor que hoy meditamos. No podemos ser inhumanos con los que sufren, no podemos cerrar los ojos ante los que padecen. Debemos de seguir orando, y dentro de nuestras circunstancias, ayudarlos. Nosotros estamos reunidos en tranquilidad y paz rezando y meditando, pero en otro lugar lejos de esta tierra hay cristianos como nosotros siendo perseguidos, humillados y asesinados. Oremos por ellos, oremos para que Dios guíe su camino como guió el camino de San José. No debemos de acostumbrarnos y acomodarnos en un gozo mundano de cosas materiales, el verdadero gozo es vivir en la presencia del Altísimo.


Recogiendo los escritos de San Juan de Ávila encontramos la siguiente reflexión.


No se engañe nadie. Sepan todos que el lugar verdadero del gozo y descanso y prosperidades, el cielo es; más este destierro es lugar de trabajos, y cuando Dios da alguna consolación o prosperidad, es porque no desmaye en las tribulaciones que tiene o porque cobre fuerzas para vencer las que le quieren venir.


Dios es amigo de tener amigos probados, y no puede haber prueba sino con tribulación, ni pueden entrar en el cielo si no caminan por el desierto, ni celebrar Pascua de Resurrección si no pasan por Viernes Santo, que es día de pasión.


Ese es el verdadero camino del cristiano católico, vivir pruebas constantes, por que sin ellas no alcanzaremos a gozar de la presencia de Dios.


Que así sea para la gloria y honra de Nuestro Señor. Amén.


Hacemos un momento de silencio y meditamos lo que acabamos de escuchar.

Nos ponemos de pie y rezamos un padre nuestro, 10 aves marías y una gloria.


Peticiones:

Elevamos nuestra plegaria a la intercesión de San José y le pedimos por cada una de nuestra intenciones y súplicas.

  • San José te pedimos por todos los cristianos perseguidos a causa de su fe, para que encuentren en la cruz de Cristo fortaleza y esperanza. Roguemos a San José, te lo pedimos San José.

  • San José te pedimos por aquellas personas que persiguen a los cristianos, para que sean convertidos y entiendan que la única salvación es en Cristo Jesús. Roguemos a San José, te lo pedimos San José.

  • San José te pedimos por cada uno de nosotros, para que seamos fuertes ante las tribulaciones, y que nuestra fe sea nuestro soporte en momentos de dificultad. Roguemos a San José, te lo pedimos San José.

Rezamos las letanías a San José


Señor, ten misericordia de nosotros

Cristo, ten misericordia de nosotros.

Señor, ten misericordia de nosotros.


Cristo óyenos.

Cristo escúchanos.

Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.

Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.

Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.

Santa Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.


Santa María, ruega por nosotros.

San José, ruega por nosotros.

Ilustre descendiente de David, ruega por nosotros.

Luz de los Patriarcas, ruega por nosotros.

Esposo de la Madre de Dios, ruega por nosotros.

Casto guardián de la Virgen, ruega por nosotros.

Padre nutricio del Hijo de Dios, ruega por nosotros.

Celoso defensor de Cristo, ruega por nosotros.

Jefe de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.

José, justísimo, ruega por nosotros.

José, castísimo, ruega por nosotros.

José, prudentísimo, ruega por nosotros.

José, valentísimo, ruega por nosotros.

José, fidelísimo, ruega por nosotros.

Espejo de paciencia, ruega por nosotros.

Amante de la pobreza, ruega por nosotros.

Modelo de trabajadores, ruega por nosotros.

Gloria de la vida doméstica, ruega por nosotros.

Custodio de Vírgenes, ruega por nosotros.

Sostén de las familias, ruega por nosotros.

Consuelo de los desgraciados, ruega por nosotros.

Esperanza de los enfermos, ruega por nosotros.

Patrón de los moribundos, ruega por nosotros.

Terror de los demonios, ruega por nosotros.

Protector de la Santa Iglesia, ruega por nosotros.


Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: escúchanos, Señor,

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ten misericordia de nosotros.


V.- Le estableció señor de su casa.

R.- Y jefe de toda su hacienda.


Oraciones finales


Oración Final. Oh custodio vigilante, familiar íntimo del Hijo de Dios hecho hombre, glorioso San José, ¡cuánto sufriste teniendo que alimentar y servir al Hijo del Altísimo, particularmente en la huida a Egipto!, pero cuán grande fue también tu alegría teniendo siempre contigo al mismo Dios y viendo derribados los ídolos de Egipto.

Por este dolor y este gozo, aleja para siempre de nosotros al tirano infernal, sobre todo huyendo de las ocasiones peligrosas, y derribar de nuestro corazón todo ídolo de afecto terreno, para que, ocupados en servir a Jesús y María, vivamos tan sólo para ellos y muramos gozosos en su amor. Amén.

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén.


Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía.

Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María, con vos descanse en paz el alma mía.


En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


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